EEUU persigue la AGI como si fuera el santo grial. En China son más pragmáticos y están aplicando la IA para plantar tomates

EEUU persigue la AGI como si fuera el santo grial. En China son más pragmáticos y están aplicando la IA para plantar tomates

La larga carrera de la IA sigue su curso, y aunque parecía que Estados Unidos había tomado la delantera, China ha logrado recuperar el terreno perdido y plantar cara a las Big Tech norteamericanas. Lo curioso es que los enfoques de estos dos países son totalmente distintos, y eso hace que aquí pueda haber grandes perdedores y ganadores. A corto y a largo plazo.

EEUU a por la AGI. El país norteamericano tiene una estrategia muy distinta a la de China en lo que respecta a la inteligencia artificial. Las grandes empresas tecnológicas están inviertiendo miles de millones de dólares en busca de ese santo grial llamado AGI (Inteligencia Artificial General).

China, más pragmática. Por el otro, China, que ha adoptado una estrategia diferente y mucho más pagmática. En lugar de perseguir grandes objetivos que a priori están muy lejos de conseguirse, el gobierno chino, liderado por Xi Jinping, está priorizando el desarrollo de aplicaciones prácticas de la IA que sobre todo sean eficientes y tengan unos costes de implementación acotados y, si puede ser, bajos.

Promesas, promesas. La diferencia entre ambas visiones es enorme pero pone de relieve la mentalidad con la que ambos países afrontan sus esfuerzos. Las empresas de EEUU que trabajan en EEUU creen que la AGI está cerca a pesar de que algunos expertos tienen claro que la IA generativa no es el camino.

El Proyecto Manhattan de la IA. Eso parece darle igual a los teóricos visionarios que buscan esa AGI, porque según ellos lograr dicho hito permitirá resolver desafíos globales como el cáncer y el cambio climático… por no hablar de la ventaja militar que puede suponer. Para ciertos sectores políticos en EEUU el desarrollo de una AGI es comparable a lo que supuso el Proyecto Manhattan y la construcción de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial. Pero como explican algunos expertos, ese proyecto no fue el resultado de tres años de trabajo, sino que se apoyó en estudios e investigaciones que llevaban tres décadas en marcha en una EEUU que por entonces miraba a largo plazo.

La IA china quiere ser útil hoy. Esa forma de contemplar la carrera de la IA contrasta con la de China. Su líder, Xi Jinping, no ha mostrado especial interés por la AGI, y su enfoque es mucho más pragmática: él busca enfocar la IA en aplicaciones con fines prácticos. Eso ha llevado a que los modelos de IA desarrollados en China estén aprovechándose ya en tareas cotidianas.

Aplicaciones prácticas. Por ejemplo, señalan en The Wall Street Journalhttps://www.wsj.com/tech/ai/china-has-a-different-vision-for-ai-it-might-be-smarter-581f1e44, la calificación de exámenes de acceso a la escuela secundaria, la mejora de los pronósticos meteorológicos, o la asistencia a la agricultura con métodos para optimizar la rotación de cultivos. Hay que señalar que EEUU también usa la IA en esos ámbitos, al menos en forma de proyectos como Google Weather Lab o AlphaFold 3 para el desarrollo de medicamentos con IA.

Respaldo gubernamenta chino. Aunque hay esfuerzos por parte de ambos países para ese enfoque práctico, la diferencia aquí es que en China hay un fortísimo respaldo gubernamental. Beijing está invirtiendo de forma importante en esa visión con un fondo de inversión de 8.400 millones de dólares para apoyar a nuevas startups, y tanto los gobiernos locales como los bancos estatales chinos han lanzado sus propios programas de inversión.

Y modelos abiertos. Otro de los puntos clave que diferencian ambas estrategias es el de la visión cerrada y propietaria de los modelos de las grandes empresas de EEUU y la visión abierta y Open Source de los modelos chinos. Estos modelos abiertos permiten ser descargados y modificados libremente, y además reducen el coste de implementación de esta tecnología para empresas que quieren adaptarla a sus necesidades.

La guerra comercial lo condiciona todo. También es cierto que las restricciones comerciales impuestas por EEUU condicionan el desarrollo de chips y software de IA en China. Eso ha provocado que el gigante asiático haya adoptado una curiosa táctica: la de dejar que EEUU asuma los enormes costes de explorar nuevos caminos para desarrollar la IA, para luego seguir sus pasos lo más rápido posible pero sin tener que afrontar esas fuertes inversiones económicas.

Aversión al riesgo. Aunque puede que en el futuro Xi Jinping plantee una estrategia que persiga la AGI, los expertos aseguran que solo lo hará cuando vea que tiene suficientes garantías de tener éxito. Kendra Schaefer, de la consultora Trivium China, explicaba cómo el Partido Comunista no quiere verse amenazado por una AGI que condicione su futuro. Según ella el gobierno chino es «uno de los gobiernos más reacios al riesgo del planeta».

Imagen destacada | Xataka con Midjourney

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EEUU persigue la AGI como si fuera el santo grial. En China son más pragmáticos y están aplicando la IA para plantar tomates

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Javier Pastor

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